Los más pequeños me encantan, ellos son espontáneos y naturales, todo es un juego o algo nuevo que descubrir, nos regalan sonrisas o las miradas más sinceras.
Siempre encuentran una manera nueva de sorprendernos.
Precisamente estos momentos son fugaces, crecen y cambian muy deprisa y por eso es tan importante tener el recuerdo en una fotografía.
Si lo dejas para mañana ya no será lo mismo.
Fotografíales hoy, ellos solo serán así una vez en tu vida.